Krispy Kreme, la reconocida cadena estadounidense de donas y cafetería, llegó a Costa Rica en 2023 con su primera franquicia. Tras el éxito de esa apertura, inauguró su segunda tienda en el centro comercial Central Market de Curridabat, al este de San José.

Para este proyecto, la firma confió en Contract Workplaces, encargada de adaptar las normativas y estándares de la marca a las premisas locales.

El local abarca 245 m², incluyendo una terraza exterior, con un salón principal, un espacio operativo y un sector de apoyo. La distribución sigue la filosofía de la marca: colocar a los clientes “en el centro de la dona”, creando un ambiente acogedor y funcional.

El área operativa está separada del salón por una barra amplia con expositores, donde se exhiben los productos en su icónica vitrina de donas. La zona de producción es visible al público, permitiendo observar el proceso de elaboración.

Para la materialización del proyecto, se respetaron los lineamientos del manual de marca, pero se optaron por alternativas locales para optimizar costos. Se logró una estética moderna y cálida, con una paleta de verde y blanco, colores distintivos de la firma.

La iluminación cálida refuerza el ambiente acogedor, invitando a los clientes a disfrutar de la experiencia.