El sistema Steel Framing, que utiliza estos perfiles como esqueleto estructural, ofrece ventajas significativas como: la reducción de costos, entre un 5% y un 15% más económico por metro cuadrado sin considerar los ahorros en energía de operación; rapidez de ejecución con plazos de obra reducidos hasta en un 70%; eficiencia energética, con un ahorro de hasta un 60% en consumos de calefacción y aire acondicionado; y sostenibilidad, ya que el acero es 100% reciclable y con una huella de carbono un 47% menor como sistema respecto de una construcción húmeda. Sin embargo, estas ventajas se ven seriamente amenazadas cuando se utilizan materiales que no cumplen con los estándares de calidad.

La reciente Resolución SC N° 236/2024, que busca modernizar y simplificar el marco regulatorio de los productos de construcción, aunque dinamiza la oferta, también ha generado una alerta sobre la necesidad imperante de verificar la calidad de los materiales. El uso de perfiles de acero que no cumplen con la norma IRAM IAS U 500-205 en el caso del Steel Framing o con las IRAM IAS U 500-243 y 249 en el caso de la construcción en seco, puede acarrear consecuencias que no se pueden soslayar: fallas estructurales, corrosión, deformaciones excesivas y una vida útil de las construcciones drásticamente reducida. Esto no solo pone en riesgo la inversión de los desarrolladores y propietarios, sino, lo que es más grave, la seguridad y la vida de las personas que habitarán o utilizarán estas estructuras.

Ante esta situación crítica, el Instituto de la Construcción en Seco (INCOSE) decidió comenzar a poner en marcha un plan a nivel nacional bajo el nombre de “Perfiles Certificados” que tiene como objetivo principal concientizar y educar a arquitectos, ingenieros, desarrolladores y constructores sobre la importancia fundamental de utilizar  perfiles de acero que cumplan las normativas de calidad vigentes indicadas en el Reglamento Técnico de Productos para la Construcción, asegurando así la seguridad y durabilidad de las edificaciones.