Diseñamos este restyling de una exitosa heladería cordobesa, a partir de resaltar un espíritu lúdico, genuino y cálido que llame a encontrarse y conectar con la experiencia del helado.
Pensamos en llevar la identidad de la marca de adentro hacia afuera a partir de generar un diálogo con la ciudad. Una ventana urbana que invita a hacer una pausa para compartir, la calidez dada por la madera, el juego con figuras curvas y ludicas que aluden a la suavidad del helado y el contraste del amarillo sobre texturas monocromaticas para transmitir un verdadero espitiru fresco y contemporaneo.
Una propuesta que busca reconectarnos con la suavidad, la infancia y el encuentro.