El proyecto denominado CENTRO DE INTERPRETACIÓN NATURAL EN LA PUNA JUJEÑA  fue presentado durante el Ciclo 47 de la Comunidad Mundial de Arquitectos, en la categoría de arquitectura-estudiantes, representando a la Universidad Europea del Atlántico. Este concurso, que inició alrededor de 1996 y es el más destacado de Europa, ha reconocido a diversos participantes de todo el mundo. Competir con personas de diversas culturas y regiones ha sido una experiencia impresionante.

Mi enfoque fue desarrollar un centro de interpretación natural en la Puna Jujeña, inspirándome en las bases del concurso Velux que aborda la luz en la arquitectura. Para mí, la luz representa a Dios, ya que soy una persona de fe, y mi objetivo fue explorar cómo Dios se comunicaría con la naturaleza, respetando su creación y buscando la belleza en su imperfección.

Creía que la mano del hombre, aunque imperfecta, podía fusionarse armoniosamente con la naturaleza en este centro de interpretación. La tranquilidad y el silencio que se experimentan en el norte, específicamente en la Puna Jujeña, fueron una gran fuente de inspiración para mí. Quería diseñar un espacio donde uno pudiera contemplar la naturaleza sin interrupciones visuales, integrando la arquitectura de manera sutil en el entorno continuo.

Me inspiró la frase "La curva es de Dios, la recta es del hombre", y enfrenté el desafío de cómo integrar elementos rectilíneos con la naturaleza. Desde el inicio del proyecto, se priorizó el respeto por la flora y fauna locales, en línea con el concepto de reinterpretar los museos para proteger especies autóctonas en peligro.

El diseño se centró en utilizar materiales locales como la piedra, interpretando la curva no solo como una forma estética, sino como una estructura que se integra naturalmente en el paisaje. El edificio mismo está situado sobre una roca, permitiendo que la naturaleza fluya a través y dentro de él, creando una experiencia donde es difícil distinguir dónde termina la arquitectura y comienza la naturaleza.

El proyecto se destacó por su enfoque en la integración armoniosa con el entorno natural, utilizando una escala que prioriza la altura y la preservación de la flora y fauna sobre las necesidades humanas temporales. Este enfoque fue clave en la documentación técnica y la representación del proyecto.

En cuanto a mis experiencias en concursos, cada derrota me fortaleció y me enseñó lecciones valiosas. El diseño es fundamental en mi vida; es mi pasión y mi vocación. Considero que cada conocimiento adquirido me acerca más a convertirme en un mejor diseñador, una vocación que veo como una forma de arte y expresión personal.

Ganar este premio también me proporcionó una perspectiva ampliada sobre las diversas visiones en arquitectura y la importancia del conocimiento adquirido y el esfuerzo invertido.