Indicadores económicos en la Construcción.
septiembre 5, 2024Becas para graduados/as de las áreas de Arquitectura.
septiembre 13, 2024Autores: Pablo Pero (Economista); Miguel Palou (Economista); Jesús Bronicardi (Lic. en Administración)
JULIO: UN PUNTO DE INFLEXIÓN EN LA ECONOMÍA
El consenso entre analistas sugiere que julio podría marcar el inicio de una recuperación económica concreta. Esto resulta especialmente auspicioso para el sector de la construcción, dado que algunos indicadores ligados a los bienes durables, como el Índice Construya y los despachos de cemento, han mostrado una evolución positiva en términos intermensuales, superando los valores registrados en junio.
Drivers de Corto Plazo: Evaluando la Sostenibilidad del Repunte
Es crucial identificar los drivers de corto plazo que están impulsando este repunte para poder evaluar la sostenibilidad de la recuperación y definir el patrón que podría seguir en los próximos meses, particularmente en el sector de la construcción. Aunque el gobierno muestra un optimismo evidente y celebra las recientes cifras, la realidad invita a un análisis más prudente. La estabilidad económica sigue siendo un objetivo a largo plazo, y los inversores son conscientes de ello.
Factores Macroeconómicos y su Impacto en la Construcción
Se ha logrado un ordenamiento fiscal que, al menos en términos numéricos, parece sostenible. El proceso desinflacionario ha sido relativamente exitoso, con una convergencia hacia tasas anuales en torno al 115%, lo que ha reducido la nominalidad como problema central. La remonetización a través del crédito también comienza a materializarse, y el gobierno ha demostrado capacidad para manejar las presiones cambiarias mediante intervenciones efectivas, con un grado creciente de aceptación en el mercado.
Las expectativas en torno a la entrada de divisas por el blanqueo, el Régimen de Incentivo a la Inversión (RIGI), y las proyecciones optimistas para los sectores de Oil & Gas y minería, son alentadoras. Además, la recuperación del poder adquisitivo de los salarios podría generar un impulso adicional en el consumo interno. Lo último aun no es verificable, en julio se vio una caída de 16,1% (SCENTIA) en el consumo (supermercados y autoservicios) lo que refuerza la idea del desacople de durables debido al impulso del crédito.
Incertidumbres y Desafíos Pendientes
Sin embargo, detrás de este optimismo, persisten desafíos significativos. La economía sigue enfrentando una fuerte presión fiscal, un tipo de cambio oficial históricamente bajo, un contexto internacional desfavorable para la competitividad, la falta de acceso a los mercados internacionales, y un Riesgo País que se mantiene elevado, en torno a los 1.600 puntos básicos. Estos factores limitan la capacidad del país para atraer inversiones productivas, esenciales para una recuperación sostenible.
Impacto en el Sector de la Construcción
Aunque las cifras recientes muestran un rebote mensual en la mayoría de los indicadores del sector, el impulso parece débil. Esto es particularmente evidente al analizar la capacidad instalada en la industria proveedora de insumos para la construcción, y las ventas de materiales, donde los datos interanuales siguen siendo deficitarios.
Si bien el aumento de liquidaciones de los productores agrícolas, la expansión del crédito, y la estabilidad lograda a través del proceso desinflacionario han contribuido a la mejora intermensual, la caída interanual persiste en todos los indicadores clave.
Recuperar el nivel previo a la crisis requerirá un esfuerzo adicional por parte del gobierno, que debe abordar las inconsistencias actuales o priorizar las necesidades específicas de cada sector, algo que aún no se ha materializado plenamente.
El Ministerio de Desregulación, a cargo de Federico Sturzenegger, ha adoptado una serie de medidas orientadas a reducir la burocracia y los costos en el sector, lo que podría generar beneficios a largo plazo. Sin embargo, en el corto plazo, estas medidas no parecen tener la fuerza necesaria para generar un repunte significativo.
CONCLUSIÓN: Perspectivas a Mediano Plazo
A pesar del rebote observado en julio, el sector de la construcción enfrenta un panorama desafiante al menos.
La recuperación, si bien incipiente, es frágil y dependerá de la evolución de varios factores macroeconómicos y sectoriales en los próximos meses. Será fundamental monitorear de cerca la dinámica económica hasta octubre, momento en el que se esperan definiciones clave que podrían influir en el futuro del sector. Desde Pizavil, creemos que el mediano plazo luce prometedor, con la consolidación del crédito como motor de una demanda que traccionara para el repunte del precio de los inmuebles.